
En la etimología del nombre Panacea, que deriva del griego Panákeia, encontramos los componentes pan, que se puede traducir como «todo», y akos, que significa «remedio». El vocablo griego panákeia llegó al latín como panacēa, que en nuestro idioma se convirtió en panacea. El término permite referirse a un medicamento que se considera eficaz para el tratamiento de distintas enfermedades.
Cabe destacar que, en la mitología griega, Panacea era una diosa menor vinculada a la salud. Hija de Epione (una mujer mortal) y Asclepio (el dios de la medicina para los antiguos griegos), a Panacea se le atribuía la propiedad de una poción que sanaba a los enfermos. Esta cuestión mitológica junto con la observación de los efectos de algunas plantas, explica la búsqueda de los alquimistas y el uso de la noción en el campo de la medicina.
De acuerdo con los relatos propios de la mitología griega, la diosa Panacea colaboraba con su padre en la elaboración de los medicamentos para tratar a los enfermos, en especial haciendo uso de plantas.
En la antigüedad, el ser humano se ha dado cuenta que algunas plantas son útiles para varias enfermedades, por en tanto, los alquimistas pretendían hallar la panacea universal: una sustancia capaz de ofrecer la curación de todas las enfermedades.
Por ejemplo Ginseng rojo, Noni entre otros por ser adaptógenos.
Luego han venido los medicamentos que a corto plazo ofrecían un alivio, pero para algo especifico. Y muchas veces traen consigo secuelas.
Los adaptarnos son aquellas plantas medicinales que actúan regulando las funciones fisiológicas y equilibrando nuestro organismo, de manera que ante las circunstancias de “alarma”, son capaces de ayudarnos para adaptarnos a esta nueva situación, es decir, consiguen que podamos resistir situaciones de estrés que habitualmente afectarían el funcionamiento de nuestro organismo de manera negativa. A día de hoy el número de plantas adaptógenas es muy limitado, ya que tienen una serie de características comunes muy concretas y que las identifican como tales. Estas características son:
-No son tóxicas
-Aumentan la resistencia física y mental.
-Regulan las funciones del organismo.
Las plantas adaptógenas no son estimulantes ni tampoco aportan un extra de nutrientes, simplemente actúan equilibrando nuestro organismo según su necesidad. Pueden actuar por ejemplo tanto de subir como de bajar la tensión arterial como hace el ginseng rojo.
Tal vez por eso se habla tanto últimamente sobre la medicina integrativa. Se trata de no menospreciar la potencialidad de la medicina natural, aceptando a su vez, el enorme papel que la medicina convencional ha tenido en la mejora de la calidad de vida y en la supervivencia de la población. Este tipo de medicina integral atiende los aspectos globales del individuo; fisiológico, psicológicos, nutricionales y sociales. Es importante destacar que la enfermedad, en muchas ocasiones, aparece como consecuencia de malos hábitos alimenticios y conductuales, que provocan un debilitamiento de nuestro sistema inmune. Mantener el organismo desintoxicado y un sistema inmune sano y fuerte es la manera más efectiva de evitar la enfermedad.
Los alquimistas igual que todos los seres humanos tendemos a perseguir una vida harmoniosa, sin problemas y con el mayor número de comodidades posibles a nuestro alcance.
Aquí algunos adaptógenos, para más información clic en el nombre >>> HemoHIM, Noni, Guinseng Rojo